Los kilómetros de tu piel.


Abro los ojos. Tus pupilas en el límite de las mías. Me siento pequeña y aparto la vista. Recorro tu pecho con la punta de mis dedos. Tú jugueteas con mi pelo. Suspiro y suspiras. Sonrío e imagino que tú también sonrías.
Abro los ojos, tras mucho tiempo sin ver.

Bright.


Esa sonrisa que esboza un crío ante la perspectiva de un sinfín de regalos bajo un abeto ya descolorido por el paso del calendario y decorado con dulzura. Esa, esa que dibujo al pensar en lo que queda por venir.

Come, reza, ama.


Que las cosas van poquito a poco y que el valor está sobrevalorado. Que todo es cuestión de tiempo en realidad. Que de nada sirve ser fuerte si no es duradero. Que una vez superado el obstáculo hay que prepararse para el siguiente.
Me comí el pasado, recé por el presente y amé el futuro.