Vacío.

Hoy, te volví a ver. Vestías aquella sonrisa que acogía mis ilusiones y las destrozaba con un simple "no puedo". Pero hoy no brillaba tanto, ni hacía florecer la mía. Cuando el día ha caido tus manos me han dado calor y, sin embargo, nada de calidez. Incluso tu cuerpo parecía distinto. Y, entonces, he visto tu mirada con aquel fulgor tan especial, y me he dado cuenta de que lo que percibía en ellos no eran tus ganas de mí, sino el reflejo de las mías.
Hoy, te volví a ver. Pero no logré reconocerte.